Creo que no puedo elegir otra fotografía que refleje mi primera maratón. Emoción, alegría, dolor, cansancio, satisfacción, orgullo y un centenar de sentimientos más me acompañaron durante toda la carrera, pero al cruzar la meta afloraron todos y cada uno de ellos. El lugar donde cada levantada temprano, cada repetición, cada entrenamiento, cada largo, cada dolor, cada kilometro, cada “no puedo, tengo que entrenar” vale la pena.